Principio de vida y muerte en su definición y parámetros; es vivir y morir en el tiempo que el universo predispone la evolución de nuestra alma, en base a la energía y fuerza cósmica que cada ser posee desde el momento de la concepción; la magia interna que nos hace humanos y seres pensantes es la forma de razonar espiritualmente y aprender a manejar el gran poder del que el ser humano está hecho; aceptando y valorando los seres que somos, con errores que hacen crecer; y/o cualidades que empujan a seguir en el fortuito o infortunio de la vida; donde cada camino que se elige es la serie de varias oportunidades, decisiones, opciones; donde se reflejan las formas de enseñanza familiar, social, religiosa, política, cultural que convierte la vida en una fuerte ilustración de despertares constantes y descubrimientos eternos; donde el materialismo, la depresión, el estrés, la violencia, la drogadicción, el alcoholismo, las matanzas, las armas, el poder, las familias destruidas, la promiscuidad, los trastornos, las personas en decadencia; apenas son búsquedas o mecanismos de defensa de protesta de la vida biológica, humana y natural que grita a mil voces de auxilio y desesperanza de almas y espíritu que se piensan perdidas y sin ilusión; que no ven más opción.
¿Qué buscamos?; La vida es el regalo más amplio, hermoso y lleno de aventuras para disfrutar; pero hemos decidido y elegido la destrucción, la humanidad contra la humanidad y la naturaleza: creamos armas, drogas y nos transformamos en los seres más violentos y depredadores del universo ¿y nuestros hijos? ¿Qué les dejamos?; miseria, violencia, drogas, catástrofe, hecatombe que acapara la vida como única mirada. Vivimos asustados, luchando el presente, temerosos del futuro y añorando el pasado, los malos hábitos, la vida y la muerte; solo sobrevivimos; dejando escapar la magia de “ser” humano.
Estamos despertando de esta terrible pesadilla; somos más los enfocados en las verdaderas cosas importantes; tomar el control de sí mismos en base a la responsabilidad y decisiones de vida libres que corresponde como individuos, parejas desde la mirada del amor propio y la libertad, construcción de familias sanas; esposos amorosos, padres responsables, hijos educados, productivos, auténticos, positivos.
Asumir desde los valores; pensamientos, emociones y acciones como plataforma para lograr aptitudes amistosas, respetuosas como de cualidades armoniosas y cimentación de virtudes; que prometan proyectos y ganas de vivir en el camino individual y social plantando energías que se unen en un mismo propósito de evolución en su totalidad. Asimismo el amor, como asiento de la creación encaminar la reconciliación de los seres, la naturaleza, la humanidad con la humanidad y así todo lo que nos hace ser humanos trascienda a planos de plenitud amor, respeto, comunicación, tolerancia, solidaridad, afecto, sinceridad, compañerismo, empatía, condescendencia, honestidad y todas las maravillas internas que nos definen como humanos; son el pasaje, el enfoque y el punto de atención más relevante al cual debemos dirigir todo el poder para que nuestros descendientes entren en la vía del despertar consciencia; en el conjunto de cuerpo, mente y espíritu.
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